tatiana de la tierra
puedo entrar a la mañana con los rasgos del sueño eterno: vivir en un planeta de mujeres. es puro canto y caricias sobre lomas lilas y bosques fértiles. nos bañamos bajo cascadas de aguas claras, y así, desnudas y mojadas, nos montamos las unas a las otras. nuestro deseo es una ballena que encuentra la calma en lo profundo del mar.
huelo sexo en mi pelo al amanecer.
el olor del sueño me perfuma todos los días. voy al correo a buscar estampillas con dibujos de flores o frutas para enviar cartas a las mujeres que caminaron conmigo sobre suelos de musgo húmedo.
estamos en un mundo que no es nuestro. ¿qué hacemos con los sueños que juegan en la subconciencia cada noche?
puede ser que nuestro planeta de mujeres sea no más que un sueño. ¿pero quién dice que las imágenes de las noches no son tan reales como las de los días? nadie sabe cuántas nos bañamos en los bosques ni quiénes volamos con el cuerpo abierto. y no es para que lo sepan. afortunadamente, el paraíso siempre lo soñamos, lo hacemos nuestro. ahí nos encontramos y vivimos un recuerdo colectivo.
entonces, huelo sexo en mi pelo al amanecer.
Publicación:
de la tierra, tatiana. Para las duras: Una fenomenología lesbiana. San Diego: Calaca Press, Buffalo: Chibcha Press, 2002.